Los insectos son los
animales más abundantes en la naturaleza y se conocen más de un millón de
especies.
El cuerpo de los insectos se divide en tres partes:
- La cabeza donde están los ojos, la mandíbula y las antenas
- El tórax, de donde salen las patas y las alas
- El abdomen que contiene los sistemas digestivo y reproductivo.
Viven casi
en todos los sitios del planeta desde altas montañas, hasta el nivel del mar,
en los desiertos, lagos, ríos y unos pocos en el mar.
La mayoría de insectos son
herbívoros, otros carnívoros, algunos se alimentan de plantas o animales
muertos o materia orgánica en descomposición.
La mayor parte de los insectos se desplazan caminando pero muchos otros vuelan o saltan para ir de un lugar a otro.
La película "Bichos" es un buen recurso para utilizar en el aula de Educación Infantil a la hora de trabajar los insectos.
CUENTO DE LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Un caluroso verano, una
cigarra cantaba sin parar debajo de un árbol. No tenía ganas de trabajar; sólo
quería disfrutar de sol y cantar, cantar y cantar.
Un día pasó por allí una hormiga que llevaba a cuestas un
grano de trigo muy grande. La cigarra se burló de ella:
-¿Adónde vas con tanto peso? ¡Con el buen día que hace, con
tanto calor! Se está mucho mejor aquí, a la sombra, cantando y jugando. Estás
haciendo el tonto, ji, ji, ji se rió la cigarra -. No sabes divertirte...
La hormiga no hizo caso y siguió su camino silenciosa y
fatigada; pasó todo el verano trabajando y almacenando provisiones para el
invierno. Cada vez que veía a la cigarra, ésta se reía y le cantaba alguna
canción burlona:
-¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué
risa me dan las hormigas porque no pueden jugar! Así pasó el verano y llegó el
frío.
La hormiga se metió en su hormiguero calentita, con comida
suficiente para pasar todo el invierno, y se dedicó a jugar y estar tranquila.
Sin embargo, la cigarra se encontró sin casa y sin comida. No
tenía nada para comer y estaba helada de frío. Entonces, se acordó de la
hormiga y fue a llamar a su puerta.
Señora hormiga, como sé que en tu granero hay provisiones de
sobra, vengo a pedirte que me prestes algo para que pueda vivir este invierno.
Ya te lo devolveré cuando me sea posible.
La hormiga escondió las llaves de su granero y respondió
enfadada:
-¿Crees que voy a prestarte lo que me costó ganar con un
trabajo inmenso? ¿Qué has hecho, holgazana, durante el verano?
- Ya lo sabes - respondió apenada la cigarra -, a todo el que
pasaba, yo le cantaba alegremente sin parar un momento.
- Pues ahora, yo como tú puedo cantar: ¡Qué risa me dan las
hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las hormigas porque no pueden
jugar!
Y dicho esto, le cerró la puerta a la cigarra.
A partir de entonces, la cigarra aprendió a no reírse de nadie
y a trabajar un poquito más.
ADIVINANZA
Soy roja como un rubí
y luzco pintitas negras
me encontrarás en el jardín
en las flores
o en las hierbas
LA PEQUEÑA ARAÑA
La pequeña araña
a un tubo se subió.
Vino la lluvia
y al suelo la tumbó.
Luego salió el sol
y todo lo secó.
Y la arañita, y la arañita
de nuevo subió.
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